Publicado: Viernes, 12 de febrero de 2021

En el artículo de hoy vamos a hablaros de algo que, posiblemente, nunca os habíais preguntado hasta hoy.

La verdad es que resulta raro imaginar que no siempre han existido ventanas en los edificios, o que ni siquiera tuvieran ese material transparente (tan utilizado hoy día allá donde vayamos), que deja pasar la luz a través de las aperturas de la pared y las sella a la vez.

Los primeros restos del vidrio se encontraron a las  afueras de Egipto, en utensilios domésticos. Por tanto, lo que se cree es que los primeros prototipos de vidrio se crearon hace unos 4.500 años. Este se produce mezclando elementos como sílice o arena, soda cáustica y cal; si esta mezcla alcanza los 1.700ºC, los vidrios se derriten y pasan rápidamente a cristalizarse.

Gracias a la tecnología, los historiadores afirman que las primeras ventanas selladas con dicho material son de hace, aproximadamente, 3.000 años. Se cree que fue el pueblo babilónico, allá por el siglo II a.C., los que se percataron de que el vidrio era maleable; por lo que, algunos informes indican, que cuando el vidrio estaba en estado líquido, lo estiraron en una superficie plana con los bordes altos y que, después de alisarlo con un rodillo, pudieron crear la forma primitiva  de lo que hoy conocemos como vidrios para ventanas.

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